domingo, 1 de diciembre de 2019

El General Morazán: Marcha a batallar desde la muerte.

Julio Escoto, escritor hondureño, autor del libro.


Reseña- Resumen.

En su libro una autentica obra de arte, inspirado en el General Francisco Morazán, el escritor Julio Escoto realiza un viaje interno en donde narra las vivencias sobre los ultimos dias de Francisco Morazan hasta su muerte.
En el camino el autor, se adentra dentro de la mente del general, en donde detalla sus sentimientos previos a la ejecucion, volviendo a los días, conquistas y vivencias previas al de su muerte.

Escoto entra navega entre sus recuerdos y narra momentos, desde sus ultimas horas en Costa Rica, su unica estancia de paz en Panama en donde gozo de tiempo libre para escribir parte de sus obras como El Manifiesto de David, recuerda las palabras de Dioniosio de Herrera previas a la independencia, asi como la inauguracion de la Republica Federal, los desacuerdos entre conservadores y liberales, a los catolicos declarando a los liberales enemigos de Dios impulsando a los enemigos bendecidos y llenos de la gracia de la Dios, en contra de Morazan y a marchar en su contra reuniendo ejercitos para buscarle, derrocarlo y asesinarlo junto con sus hombres.
Con gusto rememora el dia que en 1829 marcho junto dos mil hombres carentes de experiencia rumbo a Guatemala, con la ilusion de conquistar Guatemala y asi expulsar a Arce y sus tropas de la misma Guatemala y El Salvador.
En el tercer capitulo, nombra a su esposa Maria Josefa, su hogar, asi como cuando Carrera asigno a su mejor tirador la tarea de asesinarle sin embargo cree que ella orando por su vida intercedio por el cuando su caballo tropezo y asesino a su secretario. Josefa su amada esposa esta siempre presente en los relatos en donde incluso aconsejaba al General sobre como deberia ser su actuar ante las pretensiones de sus enemigos, ella estuvo presente la noche en que Morazan y sus hombres se vieron atrincherados y ella en su intento de huir fue tomada como rehén.
Con amor recuerda a su amada Federacion de quien fue el ultimo presidente.
Victima de varias traiciones, del odio por parte de los dirigentes de la iglesia quienes promovian terribles historias en su contra para que los fieles creyentes le temieran y victima a la vez de la perdida de varios de sus mejores aliados, y en espera de la ayuda del General Cabañas quien nunca consiguio llegar a su auxilio.
 El General un hombre integro de gran  honor, quien rechazo todos los falsos ofrecimientos de perdonar su vida, los cuales carecian de realidad y no incluian la vida de sus hombres.
Hasta el momento de su captura y traslado para posterior ejecucion el General Morazan permanecio siempre orgulloso y firme, fiel a sus ideales, hasta que un dia 15 de Sepetiembre de 1842 en San Jose de Costa Rica, las balas apagaron la luz del libertador de Centroamerica.


Porque antes que guerrero lo que el había sido era un pacificador, un gobernante obligado a recorrer las anchas lenguas montañeras, lacustres y sabaneras del istmo para apagar incendios y sublevaciones, motines y alzamientos, revueltas y montoneras instigados por la mala sangre de los conservadores y la influencia extranjera, rencorosos de haber extraviado sus mal habidos derechos y privilegios.

i Que curioso era este tramo de la historia centroamericana: la rebelión contra el gobierno federal había provenido mayormente de adentro, de sus propios ciudadanos. Los españolistas solo una vez, en 1831, habían logrado recuperar brevemente Omoa, Trujillo y otros de sus perdidos territorios!
El otro recuerdo incisivo que ahora asolaba su mente - prácticamente el único resquicio de su organismo donde aun alimentaban a las células unas recónditas burbujas de oxigeno - era el de su inmensa soledad compartida en medio de enormes muchedumbres que nunca lo abandonaron, de ejércitos en triunfos o tropas en retirada, de poblaciones sitiadas o ciudades inmersas en la fiesta de la victoria, de graves senados y asambleas o de ministros o funcionarios de ceño apretado que se adherían a la quietud con que los recibían para poder también pacificar su espíritu. En los pasados doce años apenas si había disfrutado de un momento solo, con excepción de las cálidas tardes de Panamá, en cuyo exilio había tenido tiempo de manifestar El Manifiesto de David y parte de sus memorias.
Pag.20



Dos mil hombres marchaban conmigo hacia Guatemala, dos mil hombres cuya columna hacia de polvo ennegrecía los cielos, atragantaba la luz y dictaba silencios en el valle y la montaña, dos mil hombres balancéandose entre los pesos del miedo y la gloria, dos mil hombres solos con la esperanza de su propio corazón.
Dos mil hombres que donde penetraban hacían enmudecer la floresta con el trasegar de sus mochilas, damajungas y bolsones, o que deslumbraban los congos y los quetzales con el brillo de sus afilados machetes y yataganes. Dos mil trashumantes conjuntados bajo la bandera de un sueño colectivo y su sueño personal: la fama o el pillaje, la bonanza de un puesto publico o la libertad, o arrojo por dominar la gran Guatemala o el engaño del suicidio con que el despecho amoroso empuja a los hombres en brazos de la muerte. Dos mil alucinados desfilando ante la luna y el sol.
Quienes comienzan a escribir la historia de mi vida a partir de este instante en que muero deberían conocer antes de entintar la pluma, la gran angustia organizativa que significa preparar un ejercito de la nada y disciplinarlo. Cuando Napoleón se alzo en vuelo hacia el poder francés llevaba tras el casi mil años de historia y de experiencia militar de la nación gala. Cuando Bolívar deja caer sobre la hamaca su osamenta enferma lo acompaña el recuerdo de los mejores oficiales que siempre lo secundaron. Cuando Inglaterra organiza sus tropas, lo que pone en movimiento es a los veteranos del Imperio, o cuando España cruza el Atlántico para subordinar América sus hombres apenas si están tomando un respiro entre la ultima batalla de la reconquista y la primera en Tenochtitlan.
El centro de América carecía de ejercitos. Los suyos eran solo una leva de pacíficos artesanos, músicos, plateros, relojeros, campaneros, ceramistas y buhoneros desempleados, montañeses aguerridos pero indóciles y campesinos abandonados por la bendición de la lluvia o la buena simiente. Su máxima ansiedad estaba en la libertad y la legalidad. El juego de los giros y las tácticas faltaba a su conocimiento. Dos mil patriotas marchaban conmigo sobre Guatemala.
Pag.35- 36.

Espadas autenticas pertenecientes al General Morazan.


Cuatro veces resistió la Guardia de Honor, formada por cuarenta salvadoreños, las desordenadas aunque mortíferas embestidas, pero al caer la tarde los sitiadores engrosaron sus fuerzas con paisanos llegados de Alajuela y Heredia, hasta sumar mas de mil enfurecidos combatientes.
Debimos entonces reconcentrarnos en el cuartel y descubrimos que ciento cincuenta reclutas ticos habían huido Solo los oficiales y unos cien soldados - mayormente del barrio El Calvario de El Salvador, y de Texiguats de Honduras - me defendían. Cabañas contraatacaba fieramente pero, viéndonos reducidos, quienes nos asaltaban se envalentonaban y embestían por cienes, y aun por millares, atraídos de las poblaciones aledañas. Parecía como un deporte, o como el desahogo de los odios, venir del interior a echar un tiro en la capital, sobre todo a una fuerza tan pequeña como la nuestra. A pesar de ser visiblemente una mujer, María Josefa debió abandonar el cuartel bajo una lluvia de balas y fue apresada y tratada como rehén por los alzados.
Hacia el oscurecer, rodeado por unos tres mil hombres que volcaban sus sentimientos ocultos y concentrados durante meses, envié correos a Saget pero fueron interceptados. Desprecie las proposiciones de salvar mi vida, negociadas por el Presbítero José Antonio Castro, porque no incluían a las de mis amigos y porque eran contradictorias, a raíz de las discusiones en que los rebeldes las habían formulado. Por el crepúsculo Cabañas retorno de batir la plaza: su vestimenta tria señales de haberle rozado el cuerpo siete balazos.
Pag. 85


Documental (TeleSur) Francisco Morazán: La posteridad nos hará justicia.


Guía de Preguntas.
 1. ¿En que Estado escribio el General Morazán sus obras y cuales fueron?
     R/ En el Estado de Panamá y sus obras fueron El Manifiesto de David y parte de sus obras.

2. ¿Cual es el nombre de la esposa de Francismo Morazan?
    R/ María Francisca Úrsula Josefa Lastiri Lozano.

3. ¿De donde provenia la rebelion contra el gobierno y nombre al menos dos personajes que se alzaron en contra del gobierno Federal?
    R/ Provenia mayormente de adentro de los propios ciudadanos. Los personajes son Rafael Carrera y Manuel Jose de Arce.

4. ¿Cuantos hombres marchaban hacia Guatemala con Morazan y cuales eran sus ocupaciones?
    R/ Dos mil hombres y entre sus ocupaciones mencionadoas se encuentran artesanos, músicos, plateros, relojeros, campaneros, ceramistasy campesinos.

5. ¿ En que fecha y año falleció Francisco Morazan?
    R/ Fallecio el 15 de Septiembre de 1842.

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